MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) –
El 17 por ciento de los niños con enuresis nocturna se niega a dormir fuera de casa (campamentos, excursiones, visitas a amigos, etc.), según los resultados de una encuesta realizada por el instituto de investigación Core Research a 1.665 padres de niños de entre cinco y doce años.
El 90 por ciento de los casos de enurosis tienen su origen en un problema fisiológico, como retraso en la maduración de la vejiga o producción nocturna de orina superior a la normal. El diez por ciento restante proviene de un acontecimiento inusual ocurrido en el entorno del niño, que hace que tenga pérdidas de orina ocasionales.
Según afirman los expertos, cuando un niño cumple cinco o seis años está preparado fisiológicamente para controlar esfínteres y no mojar la cama por las noches. Sin embargo, si después de esta edad el problema sigue latente, podría estar padeciendo otras patologías como diabetes, infecciones o malformaciones del aparato urinario. Para salir de dudas, lo que los especialistas recomiendan es acudir a un pediatra o urólogo infantil que valore si de verdad está asociado a alguna de estas enfermedades.
La causa por la que en algunos niños la producción de orina no disminuya por las noches es que no liberan la suficiente cantidad de la hormona antidiurética ADH, que es la que regula esta sustancia aumentándola durante el día y haciendo que disminuya por la noche