Los niños mayores de 5 años que se hacen pis de noche en su cama al menos cinco veces al mes sufren enuresis. Se trata de una enfermedad -muchos médicos
lo consideran solo un problema- que, si bien fisiológicamente no tiene importancia (solo en un 2% de los casos se prolonga más allá de los 16 años), puede
afectar muy negativamente al desarrollo emocional del menor.

Los médicos que han estudiado este mal han detectado dos grandes factores de riesgo para padecerlo: el genético, ya que si los dos padres lo han sufrido,

los hijos tienen un 50% de posibilidades de padecerlo; y el de maduración, pues se ha descubierto que la enuresis está vinculada a la hiperactividad o,
dicho de otro modo, es frecuente que los niños que la padecen sufran también algún grado de hiperactividad. La inmadurez neurológica puede estar detrás
de ambos problemas.

Por eso, las medidas que se tomen para resolver este conflicto no pueden abarcar solo un aspecto, sino que deben atender la situación particular de cada
caso y descartar desde el inicio problemas fisiológicos -como quistes en la vejiga, por ejemplo-, que suponen nada menos que un 10% de los casos de enuresis
que se tratan en las consultas.

Frente a este problema, habitualmente se adoptan dos actitudes por parte de los padres: no dar importancia a la situación y, si no se resuelve, es el propio
niño quien, sobre los 10 años, pide que lo lleven al médico; o enfadarse con el crío e incluso hacer escarnio de su problema, comentándolo en voz alta
ante familia y amigos. Ninguna de las dos opciones garantiza una mayor rapidez en la superación del problema, pero una actitud agresiva por parte de la
familia sí repercute en el carácter del niño, sobre todo cuando se va acercando a la adolescencia. La cantante Barbara Streisand o el escritor George Orwell
reconocieron de adultos haber padecido la enfermedad y que esta les había marcado, convirtiéndolos en niños introvertidos.

Pero este es un problema que está ahí desde hace muchos años y no varía en número de afectados. De hecho, empezaron a realizarse estudios al respecto cuando,
en la Segunda Guerra Mundial, se descubrió que muchos soldados jóvenes se hacían pis en la cama.

 

 

Publicado en «La voz de Galicia»: